7 ene 2011

¿EXISTEN MOTIVOS PARA INQUIETARSE?

Hace muy pocas horas que recibí un breve comentario sobre la crisis religiosa de no pocos creyentes de nuestros días. La verdad es que me ha dejado bastante perplejo, y más después de la Fiestas de Navidad que prácticamente acaban de finalizar. Yo mismo me pregunto -aunque venía haciéndolo hace meses- ¿es posible que hayamos llegado a estos límites?
Copio algunos párrafos de dicho comentario. Adelanto que es de un gran escritor, teólogo y pastoralista. "Los primeros seguidores de Jesús lo recordaban como un Profeta que, "ungido por Dios con el Espíritu Santo..., pasó la vida haciendo el bien". Y añade más tarde: "Este es el Espíritu que ha de alentar a quienes siguen sus pasos". La pregunta me surge a mí y a cualquiera que de una manera sencilla y habitual acostumbra a vivir la Fe desde la racionalidad y coherencia evangélica. ¿Por qué nuestras iglesias medio vacías? ¿Por qué la misa dominical dice ya tan poco, incluso los grandes acontecimientos, primeras comuniones, bautizos, etc., etc.? Hoy no quiero hacer hincapié en otras causas -he de reconocer que existen y que tampoco debemos olvidar ni excusar- por las que se van abandonando las prácticas cristianas y nos llevan a lamentables afirmaciones como las que siguen. "La crisis religiosa de nuestros días se está extendiendo con tal radicalidad que la indiferencia está afectando ya a los mismos creyentes. Los indicios son cada vez más inquietantes. Hay analistas que denuncian el "ateísmo interior" que está diluyendo la fe de algunos que se dicen cristianos".
La cuestión en sí misma es muy seria y va mucho más allá. Tanto que es para pensar y deliberar, y, -muy lejos- para cruzarse de brazos. Y añade: "La iglesia no es un "espacio inmunizado". Hay practicantes que de hecho no cuentan con Dios. Pueden pasar tranquilamente sin él. Dios no estimula su vida ni inspira su comportamiento. Viven una religión vacía de comunicación con Dios. En la práctica, Dios no existe para ellos. Sin advertirlo, se están instalando en la "cultura de la ausencia de Dios".

El tema es lo suficientemente serio para no dejarlo de lado. ¿Un jarro de agua helada en este tiempo de invierno, y después de unas Fiestas en Familia...?

¿NO HA LLEGADO EL MOMENTO DE REACCIONAR...?
¿EXISTEN O NO MOTIVOS PARA ESTAR PREOCUPADOS...?