Claro que están muy bien los BELENES, LOS VILLANCICOS, LAS LUCES Y ADORNOS DE LA CASA, incluso en las TERRAZAS de nuestro piso. Pero, cuidado, aunque suene la zambomba, la pandereta y cualquier otro instrumento musical, NO NOS DESPISTEMOS NI DEJEMOS QUE OTROS SIGAN EL MISMO CAMINO "EQUIVOCADO".
No convirtamos la NAVIDAD en un trineo tirado por remos, o en un copo de nieve iluminado, o en un gordinflón PAPÁ NOEL.
Nosotros y nuestros hijos, amigos y familiares, y cuantos se sienten a la mesa a nuestro lado, conmemoramos EN NAVIDAD EL nacimiento de jesús, QUE CAMBIÓ LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD CON SU CON SU VENIDA AL MUNDO. Y este acontecimiento es muy grande y SUBLIME.
Ya está bien de apariencias, simulacros, y -en el fondo- de despistes que en nada favorecen a nuestras creencias, por muy buena voluntad que, sin duda, todos tenemos.
Es lógico que el comercio engalane sus escaparates, o el pescadero y carnicero pregonen sus productos tan propios de esos días... Hacen muy bien y cumplen con su oficio o profesión. En nosotros -creyentes- está la moderación, el equilibrio y la sensatez. Y no es pedirnos demasiado.
NAVIDAD ES FIESTA. Y está muy bien que se vista de Fiesta. Que la recordemos y vivamos cada año con alegría y -si es posible- EN FAMILIA. Y EN FAMILIA CANTANDO Y DANDO GRACIAS A DIOS mientras cantamos al NIÑO que nos ha nacido -y hoy volvemos a recordar- para liberarnos y SALVARNOS A TODOS.
DEJEMOS PASO A LA NAVIDAD DEL NIÑO DIOS. NO PERMITAMOS UNA NAVIDAD "LIGHT" y sin sentido. Nuestra NAVIDAD ES CRISTIANA, ALEGRE Y SALVADORA, Y LA CELEBRAMOS EN FAMILIA.
¡FELIZ NAVIDAD AL MUNDO ENTERO! FAMILIAS TODAS, ¡FELIZ NAVIDAD!
