Por fortuna aún resuena el eco maravilloso de la visita del Papa a España. Para dar gracias a Dios por tal regalo, y en él, los mensajes que a todos los españoles nos dirigió.¡Qué buena falta nos hacían! Claro, es mi modesta opinión. Otros, muchos o pocos, sabe Dios lo que piensan de tal visita y de tales mensajes. Tengo delante el periódico ALFA Y OMEGA, que me facilita el resumen de los discursos del Papa, y que, por supuesto, me pone delante de los ojos, y más del corazón, la rica doctrina que esparció en los dos días de visita a Santiago de Compostela y a Barcelona. Lejos de mí intentar resumir la semilla que desparramó en los campos hambrientos y sedientos de nuestra querida Patria. Sólo me limitaré a poner títulos o frases lapidarias fáciles de asimilar, en el supuesto de que se despierte en nosotros siquiera una inquietud elemental y primaria de buena voluntad.
Son tiempos de nueva evangelización. "España ha sido siempre un país originario de la fe". Un país que impulsó"el renacimiento del catolicismo en la época moderna", en tiempos que tampoco fueron nada fáciles, gracias a figuras como san Ignacio, santa Teresa y san Juan de Ávila. Y a continuación nos dice el Papa que en nuestra querida España ha nacido una laicidad, un anticlericalismo..., como aquél de los años treinta... Pero sigue confiando el Papa en la vitalidad de la Iglesia en España. Y subrayó también que no venía a visitar sólo a los católicos. "He deseado abrazar a todos los españoles -confesó en la despedida- sin excepción alguna".
Leo una nota que transcribo literalmente. "Dos significados diarios madrileños anunciaron, en sus ediciones digitales, que Benedicto XVI llegaba con el hacha de guerra alzada contra los no católicos. En realidad había pedido en el avión un nuevo encuentro "entre fe y laicidad" en España....
Entre las innumerables reflexiones que se podrían hacer, voy a quedarme con una bien palpable y al alcance de todos. "En lo más íntimo de su ser, el hombre está siempre en camino, está en busca de la verdad". La Iglesia acompaña al hombre en esa búsqueda de la verdad, llevando ella a cabo "su propio camino interior, aquel que la conduce, através de la fe, la esperanza y el amor, a hacerse transparencia de Cristo para el mundo".
¿POR QUÉ NO ACEPTAR DE UNA VEZ POR TODAS QUE ESPAÑA NECESITA DE UNA NUEVA EVANGELIZACIÓN?
Ya decía el arquitecto Gaudí que "el secreto de la auténtica originalidad está en volver al origen, que es Dios", un Dios "que es amor y el único que puede responder al anhelo de plenitud del hombre".
