16 abr 2013

¿MÁS ATENTADOS...?

AYER MISMO ENCONTRÉ UNO DE MIS POEMAS DE HACE ALGUNOS AÑOS. NO VOY A COMENTARLO, AUNQUE LAS COMPARACIONES, DE ALGUNA MANERA, ESTÁN AHÍ.
¡QUÉ BAJO CAEMOS LOS HUMANOS.

A MEDIA TARDE (Viernes Santo)

      DEJAD correr mis lágrimas
reguero abajo;
que manen torrenciales con las suyas
ceñido a la columna.

Las palabras se agolpan,
                                       y el silencio
absorbe el látigo feroz
que no cesa en complacencia.
Y mira
y calla
y no aleja el perdón
de tantas risotadas y flagelos.
Dolor,
sangre,
incontrolados suspiros
de silente cordero
haciéndose delito de la historia.

¿No te basta, Pilato?
¡Perdónale la vida!
¡Ecce homo!
¡Hipócritas palabras!

¿Por qué susurro, Señor,
el peso de la cruz sobre mis hombros
al llegar la tarde?