17 feb 2013

Y ESTAMOS YA EN TIEMPO DE CUARESMA

Sé muy bien que a bastantes personas, por no decir que más que bastantes en los tiempos que vivimos, trae sin cuidado el título que me he propuesto esta noche. Lo entiendo, -más todavía-, lo comprendo desde hace años. Y añadiré también, lo respeto en las personas que pasan de religión o creencias, aunque algunas digan que creen pero que no practican; o también, que no creen en la Iglesia, y tantas otras frases más peregrinas, que demuestran muchas cosas negativas para quien las pregona a bombo y platillos. Bueno, da igual. Mi respeto sigue en pie para todos, creyentes o no creyentes, practicantes o alejados de las realidades de Fe, que están ahí, nos guste o no nos guste.

La Cuaresma está ahí. Mejor dicho: EL TIEMPO DE CUARESMA. Tiempo de CONVERSIÓN, de meditación, de oración, de tomar las cosas y la realidad de la Vida con sosiego, prudencia, y volviendo a lo que ya de niños nos enseñaron: un Dios Padre, un Hijo de Dios, Jesucristo, que dio la vida por todos los hombres, y un Espíritu Santo, que nos guía y da fuerza a los hombres para hacer el bien por encima de todo.

Entonces, ¿vale la pena tomar en serio el Tiempo de Cuaresma? ¿Se puede pedir más de cara a los valores y dignidad humana?