19 nov 2011

POR FIN, ¿YA PODEMOS ESPERAR?

Hace unos días me llegó un escrito titulado ¿POR QUÉ LA ESPERANZA? Entre otras cosas decía: "Con frecuencia la humanidad ha creído resolver todos los problemas con la razón y el pensamiento científico. Este sueño ha sido una pesadilla. Todos hemos contemplado cómo los seres humanos han pasado a ser irracionales, crueles y egoístas..." Y se pregunta el autor: "La ciencia, la tecnología y la razón, ¿pueden resolver por sí solas nuestros problemas?"... "La esperanza en muchas ocasiones contempla a los líderes como salvadores, a sus ideologías e instituciones. Y todo resulta falible, débil y a veces frustrante".
Considerado desde un punto de vista de Fe Cristiana, por fortuna existe la esperanza, la verdadera, aunque puede ser que, como dice San Pablo, haya que esperar en contra de toda esperanza. Y la razón es más que clara. Nuestra esperanza -la de los creyentes cristianos- se apoya sólo en Dios. Existe un texto bíblico claro y contundente que dice: "No confiéis en los principes, en seres mortales que no pueden salvar... Dichoso aquél cuya esperanza es el Señor". En otras palabras, nuestra esperanza está en Dios, en la venida de su reino, el que nos anunció Jesús, su Hijo, el Salvador de los hombres.
A partir del lunes ya no escucharemos a los políticos. No habrá confrontaciones ni debates entre ellos. Unos y otros -esperemos- intentarán cumplir con el papel que les haya designado el pueblo votante, es decir, los que hayan votado según su derecho constitucional. Volverá la rutina en la vida de cada cual, y surgirán de nuevo las dudas que ya existían antes de ir a votar, y que estamos padeciendo desde hace muchos meses, o tal vez años.
¿Y ahora qué? ¿Esperar? ¿Seguir esperando malhumorados y duvitativos, por no decir desesperados? Pienso que no. Que no es la mejor solución. Un creyente de verdad, ojo, de verdad, ha de poner su esperanza en ese Dios inmenso, Padre, Providencia, que ama apasionadamente a los hombres, que los amó y ama desde siempre. LA ESPERANZA CRISTIANA, LA QUE SE APOYA EN EL DIOS VERDADERO, ES LA QUE NOS DICTA Y ENSEÑA QUE HEMOS DE ESPERAR, AUNQUE SEA EN CONTRA DE TODA ESPERANZA TERRENA Y HUMANA. Dios sigue amando y cuidando a los suyos, TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD.