19 mar 2010

DÍA DE SAN JOSÉ, EL DÍA DEL PADRE

Perdonadme, amigos, si os comento que me sonrío viendo el título que encabeza hoy mi blog.Vamos, que hoy San José tiene que encargarse de velar por los padres, "cabezas de la familia". Buena falta que nos hace hoy y el resto de los días del año. Pero quiero ir un poco más lejos, y ya dejando la broma a un lado. ¿Y por qué no invocar a tan Excelso Santo implorando su bendición y auxilio sobre toda la familia? Hablamos y escribimos sobre la familia a todas horas. Se diría que las lamentaciones o carencias se cuentan por cientos o miles. Entre otras críticas se dice que los valores que debieran cultivarse dentro de la familia, nada más fundarse, están desapareciendo, o, lo que es peor, no tienen cabida desde su inicio. Que así nos va, y Dios sabe cómo va a terminar. Benedicto XVI, en su viaje-visita a Valencia en el mes de julio de 2006, nos invitaba a seguir viviendo en la familia-Iglesia doméstica- la transmisión de los valores de la fe. A darles a los hijos no sólo medios de vida, sino también las no menos importantes razones por las que vivir y que constituyen la base de la felicidad a la que todos aspiramos. Un comentarista de aquellos días de la visita del Papa escribía: "Seguro que muchos esposos -padres y madres, no nos confundamos- se han sentido con las enseñanzas del Papa confirmados en lo que ha sido de siempre el empeño que da sentido a sus vidas. A los hijos, por su parte, también les han servido las palabras de Benedicto XVI para reconocer y agradecer lo que los padres hacen por ellos y la suerte que es tener una familia como Dios manda". Ahora sí que podemos decir y sentir que San José, en el día del padre y madre, nos hace mucha falta en cada familia, si queremos inculcar en nuestros hijos los auténticos valores humanos y cristianos, conformes a nuestras propias convicciones. Por mi parte me permito afirmar sin reticencias ni temores, mirando al valor humanizador de la familia, que es bueno y muy oportuno, poner bajo la mirada del Gran San José, Guardián de la Familia entera, los buenos y malos momentos de la vida, tan propios de todo ser humano. Con absoluta certeza, San José, hoy y siempre, está al cuidado del padre y de la madre y de todos los hijos, y también de los abuelos. Todos formamos la Familia o núcleo familiar.