Nunca me ha agradado la palabra "rutina". De hecho la he escrito contadas veces. Como si la rutina nos llevara a buen término. No, no volvemos a la rutina. Reiniciamos una vida, la de siempre, culminadas estas fechas tan familiares y, para los privilegiados en la fe, tan religiosas y de feliz memoria.
Los estudiantes de la UNI pensando en sus exámenes de enero-febrero, y el resto en su cole o Insti. Y los currantes de apié..., lo de todos los días, y éstos con una diferencia, contemplando la nieve que nos está sorprendiendo cada dos por tres. Hasta el paisaje cambia nuestro entorno y nos anima en las tareas... Y qué suerte poder contar con una tarea, el pan de cada día, y que tantos, lamentablemente, no tienen desde hace tiempo. Qué triste no tener trabajo, y tal vez, ni esperanza de poder tenerlo de inmediato.
No, no quiero entristecer a nadie. Quiero dar ánimos a todos en los primeros días del Nuevo Año. Confiemos, aunque nos cueste, que todo va a cambiar, y que detrás de la blanca y fresca nieve, regalo del invierno, vendrán los rayos del sol con la Luz de la Promesa.
Mucho ánimo a todos.
orbigosjusto@hotmail.com
