Desde el comienzo del día estoy siendo afortunado. Mientras me aseaba, luego
de mañana, una emisora bastante familiar para mí retransmitía un comentario del escritor católico -así se declara él mismo, cuando viene a cuento- sobre la historia en España de la Virgen Inmaculada. Era Juan Manuel de Prada. La verdad que me impactaron sus palabras, su elegancia, su fe, y el breve resumen de la historia de la Virgen Inmaculada en nuestra tierra hispana. Escritores, Pintores y Santos se inspiraron en esta humilde mujer, María Inmaculada, e hicieron que todo un pueblo durante siglos haya aclamado, y se haya refugiado sin condiciones en la Blanca Paloma, la Inmaculada y Madre de Dios y Madre de todos los hombres. Como creyente y católico, como español, es para que me sienta orgulloso de tener una Madre, la Madre de Dios, modelo de todas las virtudes, refugio de pecadores -y lo somos todos- y esperanza nuestra en todo momento de la vida. Doy las gracias a ese escritor que ha sabido ensalzar y cantar las glorias de María con tan pocas palabras y en un día tan oportuno y de feliz historia, el día de LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
