29 nov 2011

ANÁLISIS A PIE DE LA UNIDAD FAMILIAR

Continúo con el 20 N, respaldado por la verdadera esperanza de millones de votantes. No es necesario ir muy lejos, y menos del tiempo, para saber qué opina y sueña una mayoría de españoles. Hace un par de años, más o menos, subí a un autobús en dirección a una manifestación a favor de las víctimas del terrorismo. La cita era en la capital de España. ¿Quiénes componíamos el número de los viajeros en esa ocasión? El 90 % éramos adultos mayores de 60 años. Había que oír a unos y otras en el corto trayecto del viaje. La voz era unánime, sincera y solidaria. No me cabe la menor duda. Hoy se escucha, se ha escuchado antes del 20 N, la misma voz, por no llamar grito, de las personas mayores, hombres y mujeres, que acabamos de recibir una herencia denigrante y malévola desde hace prácticamente 3 años. No, por favor. No culpemos a Europa ni a nadie más. La falta de honradez, de moral o ética; el despilfarro y carencia de sensibilidad elemental; el ansia de propagar ideas falsas y perniciosas para el ser humano, etc., etc., necesariamente tenían que conducir a nuestra ruina, la de todos los españoles de buena voluntad, que somos muchos millones, por no decir todos, a excepción de los gobernantes y sus impresentables asesores, que también tienen su culpa más que grave.

Es muy fácil hacer un análisis o encuesta familia por familia, de personas adultas, mayores o no tan mayores, en el mejor momento de sosiego y raciocinio, equilibrio y objetividad. ¡Qué respuesta tan acertada y sincera!

-¡¡¡Increíble!!! ¡¡¡Cómo nos han engañado!!!

-Y ahora, me pregunto, nos preguntamos, ¿quién o quiénes pagan los platos rotos?

De sobra sabemos la respuesta las familias al completo, padres, hijos, abuelos.

No quiero seguir desmenuzando mi raciocinio. Corro el peligro de la desesperanza, y de hacer daño a tantas personas honestas y buenas, que esperan, contra toda esperanza, después del 20 N.

Y ahora, en estos días, intentan poner orden entre el desorden y falta de ética que les ha envuelto tantos años, aparte de la ambición y despilfarro, y el nefasto destino de nuestros impuestos. Que lo intenten, que no es poco. Que una honesta y honrada oposición siempre es buena, si la ejercen desde principios éticos, morales y con la FE por delante. Y si no la tienen, que la imploren al Cielo, que la recibirán sin duda alguna.

Por nuestra parte, sigamos confiando en el voto que hemos depositado, y en los principios de Fe que sostienen y alientan toda nuestra vida. ¡NO ESTAMOS SOLOS!

Y después de todo, no está demás que recordemos a los perdedores LA CITA DE MARCO TULIO CICERÓN (hace 2.064 años), muy a propósito de nuestros días, el presente que encarna los constantes lamentos, confiando que pronto se tornen en plena esperanza, y feliz bonanza: “…la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado”.

“Inteligenti pauca.

orbigosjusto@hotmail.com